Por: Transeúnte

El gobernador Samuel García anunció otra vez la construcción del que llama Nuevo Estadio Universitario, que será la flamante casa del equipo de futbol Tigres, que ha ocupado el viejo Estadio de la U que ya tiene 55 años de antigüedad.

Muy bien, aplausos para el mandatario de Movimiento Ciudadano que es moderno, con empuje y progresista. Un coliseo como el que proyecta es una edificación que merece asombro y reconocimiento.

El problema es que parece que Samuel está construyendo un estadio sobre el aire. Ya dijo que hay un interés por ceder en comodato un predio de 2 mil metros cuadrados en terrenos de la UANL, pero no hay aún plano que haya sido mostrado público, ni nombre de inversionistas que respaldarán esta mega estructura arquitectónica, que costará más de 8 mil millones de pesos.

Además de conseguir el recurso, que no es tarea menor, está el enorme obstáculo del Congreso Local. Hay que recordar que el Gober Fosfo está agarrado de las greñas con los legisladores albiazules y tricolores que mangonean la legislatura. Si ellos así lo deciden, no habrá aprobación para el comodato. Y parece que así será, pues Samuelín les ha escamoteado recursos para los municipios de sus colores, como una forma de presión política.

No entiendo cuál es la prisa del Gober por anunciar proyectos que no están aterrizados. Ya anunció metros y trenes que no ha iniciado. El estadio ya tiene un año parado y parece que su inicio va pa’ largo.

Eso le hará perder muchos puntos de credibilidad.