ALBORADA. Cultura que no llega

Por Transeúnte

Elena Poniatowska dijo lo que muchos callan: Andrés Manuel López Obrador, como presidente, no ha cumplido las promesas que hizo como candidato sobre la difusión de la cultura.

En la Feria Internacional del Libro Monterrey 2022, La Poni, como le llaman a la escritora, se refirió al incumplimiento del tabasqueño, que ha mencionado mucho, demasiado, la necesidad de llevar lecturas, obras, artes, a los niños para evitar que se involucren en actividades criminales. Un chico que coge una guitarra nunca tomará un fusil, dicen.

Sin embargo, la cultura es materia pendiente en el accionar de López Obrador que, si bien se presume como docto historiador, o competente conocedor de autores, ha concentrado más sus recursos en cuestiones como el resurgimiento del Parque de Chapultepec, solo para un sector de la capital del país. Pero no se ven fomentos a la lectura, talleres de pintura, escultura, rudimentos, siquiera de clases de música accesibles para las clases populares.

El Presidente de México bien puede presumir, desde su perspectiva muy particular, que ha acabado con la corrupción, que la criminalidad ha bajado, que hay menos pobres en el país. Son dichos que muchas veces son controvertidos por los números, los datos de los que él descree.

Peso sin discusión es que no hay fomento a la cultura en los barrios. Y eso todos podemos constatarlo.

ALBORADA. Cascos de motociclistas

Por Transeúnte

El Reglamento de Vialidad y Tránsito de Monterrey, en su Artículo 53, señala que los motociclistas deberán cumplir con lo siguiente: “I. Usar casco protector el conductor y en su caso su acompañante, así como portar lentes u otros protectores oculares”.

En la práctica usa la protección quien quiere, dependiendo del interés que tenga de su seguridad o de la capacidad para adquirir este aditamento que puede costar desde los 500 pesos hasta los 20 mil, o más. Ya es cuestión de cada quién el estilo con el que circula.

Los agentes de Tránsito veterano lo entienden así, por lo que son laxos en la aplicación de este apartado del código vial, pues sabe que muchos motociclistas que son repartidores o que usan el vehículo para desplazarse al trabajo, son jornaleros que no tienen capacidad económica para darse ese lujo que, por cierto, es bastante necesario para la protección. Por el peso, la cabeza, es lo que primero rebota con el suelo, al latiguear cuando la moto cae por impacto o por derrapada.

Pero hay uniformados jóvenes que no tienen piedad y sacan el bloque de infracciones para aplicar la multa sin piedad a quienes andan desprotegidos, porque apenas pueden pagarse la gasolina.

Cuestión de criterios.

ALBORADA. Osos en la ciudad

Por: Transeúnte