Sandra Moreno/LikeMTY

Durante la última semana pudimos ver canales de televisión, periódicos impresos y hasta las redes sociales inundadas de fotos de pequeños disfrazados, con peinados locos y disfrutando de las festividades adelantadas por este 30 de abril, Día del Niño y la Niña, pero lo que no apreciamos son las imágenes de los pequeños que sin importar su tamaño o la poca edad que tengan ya se encuentran trabajando en un crucero bajo los fuertes rayos del sol y la inseguridad de las vías públicas de Nuevo León.

La celebración del Día del Niño se remonta al 30 de abril de 1924, año en que el festejo se reconoció formalmente a nivel nacional.

Actualmente la festividad para los pequeños la podemos observar a lo largo de las colonias, las plazas municipales y hasta en el mismo Parque Fundidora podemos ver la algarabía que ciudadanos y políticos pregonan al festejar a los pequeños del hogar con espectáculos infantiles, juegos y regalos; pero, del otro lado de la moneda se aprecian a los que sin importar que sea su día, su cumpleaños o incluso Navidad, deben salir a las calles a trabajar.

Las cifras de niños y adolescentes que necesitan salir a trabajar no son claras ni mucho menos actualizadas, pues según los últimos datos del INEGI muestran que en el año 2019 un total de 3.3 millones de niños mexicanos de entre 5 y 17 años salían de sus hogares para trabajar, de esa cantidad el 61.1% eran hombres y 38.9% mujeres.

En ese mismo año 2019 la Encuesta de Trabajo Infantil señalaba que sólo en Nuevo León había 68 mil menores realizando alguna actividad económica que no correspondía a su edad, por lo que se esperaría que con el paso de los años dicha cifra se incrementara.

Por su parte, el DIF de Nuevo León muestra sus propios números señalando que los casos de mendicidad registrados en el año 2020 fueron mil 910 pequeños en esta situación, para el siguiente año 2021 hubo una reducción a mil 255 casos; pero con la llegada del 2022 hubo un incremento considerable de esto al sumar un total de 5, 592 pequeños en esta situación, lo que representa un incremento de 193% del año 2020 al 2022.

Cifras oficiales señalan que sólo en el 2022 llegaron a la entidad por lo menos 2 mil personas de distintas nacionalidades y se han ido quedando varadas en NL, en situación de calle y terminando por recurrir a la mendicidad usando a los pequeños como un pase de acceso seguro a los bolsillos de los ciudadanos; misma técnica utilizada por las mujeres llamadas “Marías” que a lo largo de los cruceros de la localidad cargan a pequeños eternamente dormidos a sus espaldas, y los más grandes dominan el “arte” de esquivar peligros al caminar entre los autos que esperan la luz del semáforo.

Por lo tanto, la cifra de factores y la contradicción de cifras a nivel local y nacional no dejan claro la magnitud del problema, hablando únicamente de Nuevo León.

Apenas en el mes de junio del año pasado (2022) la titular de la oficina Amar a Nuevo León, Mariana Rodríguez, presentaba el Programa de Atención y Prevención del Trabajo Infantil (PAPTI) junto a 15 municipios para erradicar el trabajo infantil en el Estado, señalando que el futuro de NL se debía trabajar con los pequeños de hoy respetando sus derechos, pero hasta la fecha, los cruceros siguen llenos de pequeños que llevan la carga del dinero en sus pequeñas manos.