Por Transeúnte

He visto con admiración y sorpresa cómo se han desarrollado los juegos de la instancia de liguilla de la Liga MX Femenil, torneo Apertura 2022. Tigres se enfrentaron a Rayadas en un partidazo de semifinales, y este viernes inicia la final de las felinas contra el América.

En juego que, con anterioridad, era territorio exclusivo de los varones, se ha convertido en un espacio para que las mujeres también puedan desarrollarse, expresarse, desempeñar una actividad con excelsitud. Hace años, sectores amplios de la fanaticada consideraban un despropósito que las mujeres se involucraran en una actividad para la que, decían, estaban completamente negadas.

Ahora se observa que lo que están haciendo las chicas supera, en muchos aspectos, el juego de los hombres. Por ejemplo, ellas se dedican más a jugar, a bregar en el terreno de juego a diferencia de ellos, que son marrulleros, fingen en demasía y buscan cualquier pretexto permisible para obtener los anhelados puntos que les proporciona un resultado favorable. Cuestión de ver un juego para constatar que lo de ellas es futbol puro.

El avance del balompié de mujeres es un reflejo de la condición cambiante del mundo, en el que el género femenino va ganando más espacios en busca de la anhelada igualdad que, históricamente, y por condiciones injustas, habían sido deparadas solo a los hombres.

Bien por las chicas.