Tailandia ha utilizado aviones militares para bombardear el país, pero en lugar de causar destrucción, los aviones lanzan bombas de semillas, las cuales fueron creadas especialmente para recuperar zonas deforestadas.
El gobierno tailandés planea continuar con el proyecto durante los siguientes 5 años. Se estima que, para principios del año 2020, se comiencen a observar los primeros resultados positivos.
Estas bombas de semillas están perfectamente preparadas para llegar a convertirse en árboles frondosos. Cada bomba está hecha con semillas de árboles locales, junto con una mezcla de arcilla, tierra y composta, lo cual proporciona las condiciones adecuadas para que las semillas germinen en el suelo.
Con este método se estima que sea posible plantar casi un millón de árboles al día.