Para abordar el problema, las ciudades están construyendo sistemas de transporte público eficaces y orientados hacia delante.
La segunda ciudad en la que sus habitantes no usa tanto el carro para ir a sus centros de trabajo es París. La metrópoli tiene un sistema de transporte consistentemente de alto rango. No obstante, la infraestructura de la urbe es viejo, por lo que se convierte en vulnerable, indicó el estudio.
La tercera ciudad es Shanghái en China. Ésta cuenta con una extensa red del Metro, con una mayor expansión prevista para 2030. La ciudad asiática ha construido 21 líneas del Metro.
Las preocupaciones ambientales, incluyendo los altos niveles de smog, están impulsando un cambio en el uso del automóvil dentro de los países.
Con información de Forbes.
Última modificación Miércoles, 10 Agosto 2016