Redacción/LikeMTY
Con motivo del eclipse total de Sol del 8 de abril, la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) realizó una jornada astronómica que reunió a investigadores, estudiantes y público en general.
Más de 7 mil personas se congregaron a la espera del eclipse en la Explanada de Ciudad Universitaria, el cual cubrió el 95.43% de la circunferencia del Sol, alcanzando este punto a las 12:24 del mediodía.
El Rector de la UANL, Santos Guzmán López, supervisó las actividades de la jornada, apreciando el fenómeno astronómico en compañía de la comunidad universitaria mediante telescopios, visores y sistemas de proyección instalados por profesores, investigadores y estudiantes de la Faculta de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM).
“Nosotros tenemos la fortaleza de tener especialistas en esta área y me da gusto que la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas se dio a la tarea de hacer extensiva esta oportunidad de observación entre la comunidad universitaria”, dijo.
Durante la jornada, la facultad organizó la dinámica “Mil máscaras observando el eclipse”, actividad en que la comunidad universitaria dio muestras de su creatividad realizando máscaras atractivas para observar el eclipse con el uso de filtros seguros.
La Sociedad Astronómica Estudiantil “Laniakea” fue la encargada del manejo y asesoría del uso de los telescopios y visores para el evento, que reunió una gran cantidad de familias y personas de todas las edades.
Una larga espera
El 11 de julio de 1991 marca la fecha de la última ocasión en que el país apreció un eclipse total de Sol. A nivel mundial, México, Estados Unidos y Canadá ocuparon una posición privilegiada para poder apreciar por completo el eclipse.
Treinta y tres años después, en ciudades como Mazatlán, Durango, Torreón y Monclova pudo presenciarse un fenómeno de este tipo en toda su extensión.
Durante el evento, José Enrique Pérez de León, profesor investigador de la FCFM, explicó la trayectoria del eclipse y agregó que zonas entre Mazatlán y Piedras Negras presenciaron el fenómeno astronómico por completo.
“La trayectoria de este eclipse entró por Mazatlán en Sinaloa y salió de la República por Piedras Negras en Coahuila para posteriormente ingresar al estado de Texas en Estados Unidos. Las poblaciones entre Mazatlan y Piedras Negras son las que observaron en su totalidad el fenómeno astronómico”, informó.
La fecha pactada para el próximo encuentro solar total será el 30 de marzo de 2052.
Un evento para la historia
El alumno de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica Javier Mendoza fue uno de los asistentes al evento que llamó la atención por llevar una máscara de grandes proporciones con la forma de un venado tridimensional. Hace pocos meses le sirvió para un trabajo de clase, pero decidió conservarla para usarla como protección al observar el cielo este mediodía.
“Esta máscara fue un trabajo que me pidieron en clase, pero estaba muy emocionado por vivir este momento, así que la perfeccioné y la decoré con colores llamativos y ya solo le adapté los lentes que nos dieron. La verdad me encantó poder vivir algo tan importante porque creo que todo lo relacionado al universo siempre es interesante, es algo mágico”, dijo.
Igualmente, Natalia Rodríguez y Gladys Mendoza, estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, dijeron sentir una gran emoción por ser testigos de este acontecimiento que disfrutan por vez primera debido a su corta edad.
“Es un fenómeno que tarda muchísimo tiempo en pasar y es muy padre ver todas las etapas del eclipse. Me llama muchísimo la atención cómo la naturaleza tiene tantas cosas que ofrecernos, porque es impresionante cómo la sombra pasa por encima del Sol y nosotros como público podemos disfrutar de ello”, mencionó Natalia Rodríguez.
“Me gusta mucho todo lo relacionado con el cielo y los planetas; es algo inolvidable. Es interesante porque a mis papás les tocó de jóvenes y ahora yo a mis 22 años tengo esta oportunidad y claro que no iba a dejarla pasar”, aseguró Gladys Mendoza.
Actividades con impacto social
José Enrique Pérez de León mencionó que las actividades que involucran estos fenómenos astronómicos alimentan la curiosidad en jóvenes que desean estudiar alguna carrera universitaria basada en estudios aeroespaciales.
Agregó que la UANL cuenta con la capacidad e infraestructura necesaria para que una persona se dedique a estudiar la física espacial.
“La Facultad de Ciencias Físico Matemáticas está aquí presente para buscar vocaciones, gente que esté interesada en hacer ciencia. Aquí en la Universidad hay infraestructura para hacer ciencia y para hacer carrera en física espacial”, refrendó.
Concluyó que el eclipse solar de 1991 fue la probable causa por la que inició sus estudios en física solar.
“A mí me tocó en 1991 ver el eclipse desde Yucatán, grabé la transmisión y creo que por eso terminé en este gremio. Soy físico solar y vengo esperando este momento desde hace 33 años”, indicó.
Por su parte, el subdirector de Innovación Tecnológica y Vinculación de la Ciencia de la FCFM, Eduardo Pérez Tijerina, comentó que las actividades de investigación desarrolladas en torno a este eclipse tienen lugar fuera del estado y en el propio Observatorio Astronómico Universitario y su objetivo principal es el impacto social.
“Nosotros en Cuatro Ciénegas, Coahuila, lugar donde se va a observar en su totalidad el eclipse, tenemos equipo y expertos de la UANL. En nuestro Observatorio Astronómico, en Iturbide, también tenemos expertos que están desarrollando actividades de divulgación científica, tratando de que todo lo que hagamos, al igual que esta actividad, tenga un impacto social”.