Redacción / LikeMty
A los siete años jugó por primera vez el deporte en el que ha dado un batazo imparable al convertirse en una de las jugadoras de Sultanes Femenil de la primera Liga Mexicana de Softbol.
Su nombre es Mónica Priscila Sánchez Coronado, egresada de la Preparatoria 22 de la Universidad Autónoma de Nuevo León, quien llegó al nivel profesional gracias a su dedicación desde la infancia y al deseo de que algún día las mujeres fueran protagonistas en una disciplina deportiva con tanta historia en el país.
“Yo me inicié en este deporte desde muy chiquita. Mi familia es beisbolera. Mi papá, mis hermanos y mis abuelos son aficionados desde que tengo memoria.
“Durante un entrenamiento de mi hermano, yo me metí a entrenar sola y cuando mis papás quisieron sacarme el entrenador les dijo que no lo hicieran porque vieron potencial en mí y desde ahí empecé a jugar”.
En sus comienzos formó parte de un club de beisbol para niñas, pero de inmediato su desempeño fue visto por otros equipos que la invitaron a pertenecer a sus filas.
En su etapa de estudiante también participó en torneos intrauniversitarios representando a la Máxima de Estudios del Estado, en donde su talento brilló a tal grado que pudo abrirse paso a la oportunidad de la que ahora goza.
“Empezaron las invitaciones para formar parte del selectivo de Nuevo León, un ‘try out’ con la selección mexicana, preselecciones y competencias nacionales y olimpiadas, etcétera.
“Se hizo un ‘try out’ para hacer los equipos representativos de la liga, pero por el horario de la escuela en la que estoy actualmente no pude asistir, aunque, por la participación que tuve en los torneos nacionales, considero que me tomaron en cuenta para formar parte de esta liga”, indicó.
EL ESTADIO SULTÁN IMPONE
La joven de 22 años aseguró que al enterarse de que Sultanes Femenil la pretendía, el sentimiento de felicidad la invadió por completo.
Y cuando pisó por primera vez el terreno de juego, las emociones aumentaron.
“Cuando dijeron mi nombre yo empecé a llorar de la alegría. Era algo que no esperaba y que me dieran la noticia fue una gran sorpresa. Solo pude decir: ‘Sí se pudo’.
“A mí siempre me dijeron: ‘El estadio de Sultanes impone’ y el primer día que lo pisé, para un entrenamiento, yo explotaba de la emoción, pero es cierto que impone. Ahora lo vivo en carne propia”.
Ante un cálido recibimiento de la afición durante el arranque de la temporada, la jugadora primera base mencionó que, en su mayoría, son mujeres quienes asisten al estadio para apoyar a la escuadra regiomontana y para ella es un sinónimo de orgullo.
Ahora que vive uno de los más grandes retos en su carrera deportiva, espera que cada vez más niñas se interesen por este deporte y que su entusiasmo las lleve lejos.
“Mi meta, mi sueño ya lo logré, que es formar parte de una liga profesional de softbol. Nosotras las mujeres lo veíamos como un sueño, porque obviamente veíamos las Grandes Ligas y decíamos: ‘Ojalá algún día’ y ese algún día llegó y es algo muy bonito que estoy viviendo.
“A todas las mujeres universitarias, amas de casa, estudiantes, profesionistas, solamente quiero recalcarles que nunca se den por vencidas, nunca dejen de soñar y, por supuesto, nunca dejen que alguien les diga que no pueden lograr las cosas”.
Última modificación Sábado, 09 Marzo 2024