Frente a estos indicadores, expertos señalan que es necesario que los empleados tomen al menos, una vez al año un receso laboral, pues los días de descanso reconfortarán a los empleados, brindándoles energía y haciéndolos más productivos.

“Las vacaciones reparan fisiológica y psicológicamente a los empleados. Y está demostrado que esta reparación funciona mucho mejor en periodos prolongados”, comenta Rogelio Salcedo, líder de carrera de la firma Marsh Beneficios.

Algunos colaboradores, debido a la carga de trabajo o la mala organización de sus tiempos, deciden tomar días libres entre varias semanas de trabajo, pero -según el especialista- eso no funciona como un descanso, debido a que no tiene el tiempo de relajarse y dejar atrás el estrés.

Marciano Verdi, director general de la app que mide la felicidad de los trabajadores Befective, comenta que el equilibrio de vida y trabajo que traen los descansos hace sentir a los trabajadores más satisfechos. "Por lo que estarán motivados en su empresa y menos estresados", detalla.

La Ley Federal del Trabajo marca que a todos los trabajadores, después de un año de colaborar para la misma empresa, se les deben otorgar seis días de vacaciones. Estos deben ser tomados de manera continua y otorgando el salario normal más la prima vacacional, es decir, 25% del sueldo que corresponde a los días que tomará de de asueto. Esta prestación supone una ayuda a solventar sus gastos durante el descanso, indica el abogado laboral Jorge Sales Boyoli, director general del despacho Sales Boyoli.

Estas horas de descanso no se pueden reemplazar por dinero. "Es ilegal pedirle a un colaborador que no tome sus vacaciones a cambio de pagarle de igual manera la prima vacacional", dice Sales Boyoli. A menos que deje de laborar en la empresa y no haya tomado sus vacaciones antes.

En caso de que el empleador impida tomar los días de asueto, el colaborador debe dirigirse a la Procuraduría General de la Defensa del Trabajo, que será la mediadora entre la empresa y los empleados.

Sales Boyoli advierte que los patrones no tienen permitido poner trabas o impedir que se tomen los seis días seguidos. Si la cantidad de días otorgados aumenta, ya se podrían fraccionar. En caso de que el colaborador decida no cobrar sus días de descanso, el abogado explica que entonces perderá el derecho a gozar de ellos.

Datos revelan que México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el que más horas se trabaja al año: 2,255 horas. Pero esto no se traduce en que sea una nación productiva. Según el reporte 2017-2018 del Foro Económico Mundial sobre la competitividad, que analiza la productividad de los países, México se encuentra en el puesto 51 de 137 países.

Datos de otros países refuerzan que no hay una relación directa entre las jornadas laborales extensas y la eficiencia en el entorno laboral. El caso de Alemania es representativo: los datos muestran que, en promedio, los trabajadores laboran anualmente 1,365 horas al año, 892 menos que en México. Sin embargo, se posicionan en el puesto cinco en el ranking de competitividad.

Si los datos lo demuestran, entonces ¿por qué no se le dan más vacaciones a los mexicanos? Rogelio Salcedo, de Marsh, comenta que aún existe el mito de que los empleadores perderán dinero si se les dan muchos días de descanso a los colaboradores.

El experto dice que ésta es una idea equivocada, ya que con un plan de beneficio flexible y la buena planeación de los días de asueto no hay mayor problema. Además, hacer más felices a los empleados tendrá un impacto positivo en las finanzas. En el libro The Happiness Advantage, el autor Shawn Achor comenta que unas vacaciones bien planificadas aumentan la energía y satisfacción de los trabajadores hasta 94%, lo que provoca que trabajen con mayor motivación y por lo tanto, de manera exitosa.

Los expertos comentan que el mayor beneficio de tomar vacaciones se da cuando son periodos prolongados de descanso, que no interfieren con la carga de trabajo y puedas irte sin sin prisas, ni preocupaciones,

Con información de Expansión / Diana Zavala