Estas prácticas comienzan desde el primer grado y continúan hasta la escuela secundaria. Sus tareas cotidianas incluyen limpiar el piso, los baños, los muebles y los pasillos.
La idea es crear ciudadanos que respeten su entorno y el de los demás, ya que si algo se ensucia a propósito, es muy probable que a quien le toque limpiar sea el mismo que lo ensució.
Las escuelas no cuentan con autobuses escolares, personal de limpieza o personal de servicio. Eso significa que los mismos estudiantes son los responsables de distribuir los almuerzos escolares y mantener el edificio limpio.
Aunque la cocina central prepara los alimentos, los alumnos se turnan todos los días para recoger y repartir la comida a sus compañeros de clase.
El proceso es organizado e higiénico, ya que los ayudantes del día utilizan batas, gorros y máscaras antes de entrar a la cocina, además de lavarse las manos y complementar el proceso con gel antibacteriano. El protocolo termina con un agradecimiento a los cocineros por su arduo trabajo antes de llevar los alimentos al aula.
Estos pequeños nipones realizan sus tareas con tal diligencia, que podrían poner a muchos adultos en vergüenza.
Con información de nation.com.mx.
Foto: Koh Mui Fong/TODAY
Última modificación Jueves, 07 Junio 2018