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Este martes 2 de abril, se conmemora el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, luego que apenas el 18 de diciembre de 2007, la Asamblea General de Naciones Unidas instauró este día, para invitar a realizar acciones con la intención de sensibilizar y concientizar a más persona sobre las condiciones del espectro autista.

El autismo es una condición de vida, que afecta en mayor o menor medida la interacción social por medio de la comunicación, la conducta, el lenguaje y la integración sensorial de las personas, derivado de causas se desconocen, pero que se cree que es derivada de la existencia de un factor genético asociado a un componente ambiental, e incluso fuera de la ciencia y de autoridades, hay médicos que sostienen que en parte esta condición la generan las vacunas aplicadas al recién nacido.

El autismo no es una enfermedad, las personas que viven con él en muchos casos -no en todos- tienen una manera diferente de interpretar las palabras, los colores, las formas y los sonidos del mundo que nos rodea, y con tratamiento terapéutico personalizado y especializado, primordialmente en edad temprana, a los tres, cuatro años, se logra incrementar la calidad de vida.

Información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), refiere que uno de cada 160 niños presenta esta condición en el mundo y la incidencia se incrementa un 17 por ciento al año. De acuerdo con el gobierno federal, cada año se diagnostican más niños con autismo que con SIDA, cáncer y diabetes juntos.

El único estudio que existe en México, impulsado por Autism Speaks (2016) estima que 1 de cada 115 niños tiene autismo, es decir, casi 1 por ciento de la población infantil, sin embargo, la incidencia en la vida adulta, así como el conocimiento de su situación en la adolescencia se desconoce.

El autismo se identifica por el color azul y una pieza de rompecabezas. El color representa la tranquilidad que las familias y las personas dentro del espectro autista necesitan para convivir con esa condición, la pieza de rompecabezas, significa que una persona con autismo no se aísla porque quiere, necesita el apoyo de los demás.

Para enfrentar esta situación se requiere de una familia unida, pero también de la voluntad de la Secretaría de Educación de Nuevo León y a nacional, además de empatía de la sociedad en general, sin embargo

Para comprender y respetar a una persona con autismo, es necesario informarse al respecto, una personas con esta condición puede resultarte un gran amigo, ya que las personas con autismo, por lo regular buenas personas, apasionadas e informadas con los temas que les interesan, empáticas, y respetuosas.