Por: Omar Cervantes
En el Día Nacional sin Alcohol que en México se le conoce como Día Nacional contra el Uso Nocivo del Alcohol y un día previo a la celebración de la muerte del Dr. Bob Smith, uno de los cofundadores de Alcohólicos Anónimos, reflexionamos sobre el abuso y dependencia de esta droga conocida como etanol que sigue siendo la de mayor prevalencia en la población.
Si bien es cierto que socialmente las drogas ilegales tienen un amplio rechazo en la población, en muchas ocasiones por los estigmas que las rodean, la realidad es que sigue siendo el alcohol el que encabeza las estadísticas de adicciones y al paso de los años se incrementan los alcohólicos potenciales.
A propósito de la fecha recordamos una sesión donde unos padres nos llevaron a su hijo preocupados por su consumo de cannabis y cuando hicimos el diagnóstico y les informamos que su problema más severo era la dependencia al alcohol la respuesta del padre fue muy indicativa de lo qué pasa a nivel comunitario: “el alcohol no es tanto problema, todo mundo bebe, lo que no queremos es que vaya a caer en la adicción a la marihuana”.
En México, según cifras de la CONADIC y la secretaria de salud boletinadas ayer revelan que más de 20 millones de personas enfrentan consumo problemático de alcohol, mientras que durante la pandemia se incrementó el consumo en adolescentes y en gente que estaba en proceso de dejar de beber.
Esta semana me preguntaron a nivel de la consulta privada si los pacientes que más llegan a pedir ayuda son de alcohol o de otras drogas y la respuesta es que el problema de la bebida sigue siendo por el que más recurren a solicitar apoyo, aunque en la actualidad el policonsumo es un hecho casi generalizado.
Quiere decir esto que los “alcohólicos puros” que iniciaron el siglo pasado la agrupación de AA y que este mes celebran sus semanas de las tradiciones en memoria de uno de sus fundadores, el Dr. Bob, fallecido el 16 de noviembre de 1950, ahora apoyan a gente que no solo tiene problemas con la bebida sino que usa, ha usado o ya está en abuso o dependencia de otra sustancia.
Celebrar un día mundial sin alcohol, si verdaderamente al menos por solidaridad todo el planeta lo hiciera, independientemente de las pérdidas a la industria etílica, traería grandes beneficios.
Quizás para el mundo suene algo como imposible y sin embargo es justo un día sin alcohol, o el famoso solo por hoy, uno de los métodos más exitosos para ayudar a quienes tienen problemas con la bebida a ponerse en abstinencia y a comenzar su recuperación.
Dicen los padrinos de AA: “sólo por hoy no bebo, pase lo que pase, suceda lo que sucede, nazca quien nazca, muera quien muera, esté solo o esté acompañado, gane o pierda dinero, haga frío o haga calor, tenga trabajo o no tenga trabajo, esté triste o esté feliz, sólo por hoy no voy a beber nada que contenga alcohol”.