Por: Luz María Ortiz Quintos / LikeMty
Es uno de los valores más importantes, se le llama la gratitud y este valor se fundamenta, no solo en agradecer por las cosas que recibimos como regalos o favores, sino en el apreciar los más pequeños detalles que con amor se ofrecen del corazón.
El acto y resultado de agradecer se denomina agradecimiento.
Quien agradece, expresa su gratitud: la valoración que se tiene hacia aquel que realiza un favor o que presta ayuda, un sentimiento que generalmente lleva a tratar de devolver, de alguna forma, la colaboración recibida.
Actualmente este valor, se está perdiendo cada vez se practica menos. Este valor al igual que otros valores morales, se aprenden en casa y se practican en casa, en la calle y durante toda la vida.
La práctica constante de saber decir gracias, hace el hábito y esto se convierte en una virtud de la persona, que lo practica.
Se puede practicar en los actos ordinarios y comunes como por ejemplo: agradecer por la ayuda recibida, agradecer a alguien por explicarnos algo que no entendemos, el cuidado que recibimos de las personas que nos aman, las cosas que nos dan como el alimento, también el agradecer por algo que nos prestan, nos comparten o nos obsequien.
Ahora solo se contesta un ok, muy bien, está bien…
Dice el dicho: “ Una persona agradecida, es una persona bien nacida”. Se refiere a que una persona que saber dar las gracias, por los favores recibidos, es una persona de buena educación.
Esta es una tarea por cierto, nada fácil, pero necesaria, que tenemos los Padres de Familia con nuestros hijos… y esto aplica, para todas las edades. Aún siendo nuestros hijos adolescentes o jóvenes, es un deber del Padre o la Madre que por amor hacemos, el de transmitir a nuestros hijos, una buena educación.
Los actos de gratitud, generan ambientes de bondad, armonía y amor, que tanta falta hacen en estos días, al interior de los hogares.
Volvamos a la esencia y a la sencillez, atreviéndonos a ser el cambio que queremos ver en la sociedad, desde nuestro hogar, con nuestro ejemplo.
Cada vez que recibas ayuda, un favor, un consejo, situaciones como: cuando al estornudar te digan salud, cuando te den el paso al conducir, cuando recibas un servicio, cuando te entreguen un pedido, cuando cargues gasolina, o pagues el boleto del transporte… aprovecha todas las oportunidades, a este sociedad le hace mucha falta, retomar los valores tan simples, como el valor del agradecimiento.
¡Gracias por leerme!