Redacción/LikeMTY

El Parlamento surcoreano destituyó al Presidente Yoon Suk Yeol tras acusarlo de insurrección por intentar instaurar la ley marcial el pasado 3 de diciembre. La moción de censura fue aprobada con 204 votos a favor y deja al mandatario suspendido a la espera de que la Corte Constitucional valide su destitución en un plazo de 180 días. Miles de ciudadanos se manifestaron en Seúl tanto a favor como en contra de la decisión, destacando la polarización política en el país.

El Primer Ministro Han Duck-soo asumió como presidente interino, prometiendo "gobernanza estable" mientras se resuelve el proceso. Yoon, en un mensaje televisado, expresó sentirse frustrado pero llamó a superar la confrontación política. La destitución marca un momento crítico en la historia democrática de Corea del Sur, siendo la segunda vez que un presidente enfrenta un juicio político.

Desde la oposición, el líder del Partido Demócrata, Park Chan-dae, calificó la destitución como "una gran victoria para el pueblo y la democracia". El desenlace ahora depende del fallo de la Corte Constitucional, que decidirá si Yoon se convierte en el segundo presidente surcoreano destituido oficialmente tras Park Geun-hye en 2017.