A pesar de que México se considera mariano, y con cerca de 100 millones de personas que en poca o en gran medida profesan una religión, y que con su voto llevaron a la Presidencia a Andrés Manuel López Obrador, en clara traición, Morena pretende imponer reformas a la Ley de Educación que generaron una alerta en los dueños de colegios particulares.
Uno de ellos es Américo Ferrara, propietario del Colegio Brillamont, quien advierte que la reforma promovida hace unos meses por la bancada de Morena en la Cámara de Diputados contempla temas que afectará golpeará a los particulares que prestan el servicio de educación, ya que la propuesta evita que se imparta la educación de fe y otras actividades que no estén dentro del nuevo plan de la Secretaría de Educación.
Entre otras cosas, la iniciativa contempla incluir en el artículo 1, que el servicio es público y se sujetará a la rectoría del Estado; en el 23, que la Secretaría de Educación determinará los planes y programa de estudios aplicables y obligatorios en toda la República Mexicana, es decir, no da lugar a clases distintas o de fe.
En el 31, que los colegios forman parte del Sistema Educativo Nacional, incluidos sus bienes muebles o inmuebles, servicios e instalaciones; artículo 88, limita las actividades no previstas en los planes de estudio a la autorización previa de la Secretaría, y solo en casos extraordinarios, y la propuesta en el artículo 170, establece sanciones a quien no utilice los libros de texto que la Secretaría autorice o determine.