Redacción/LikeMTY
El detective holandés del arte Arthur Brand ha mediado en la recuperación del cuadro de Vincent van Gogh Jardín rectoral en Nuenen en primavera, o Jardín de primavera (1884). La obra fue robada en marzo de 2020 en el Museo Singer, situado en la localidad de Laren, en el centro de Países Bajos, cuando la sala estaba cerrada debido a la pandemia. Era un préstamo de otro centro, el Museo Groninger, que solo tenía este lienzo del pintor en su colección. Brand ha investigado el robo junto con expertos policiales que interceptaron las conversaciones de los presuntos ladrones. Como suele suceder en casos similares, la obra pasó por varios grupos de delincuentes hasta convertirse en un problema para todos. Al final, un ciudadano, del que se mantiene el anonimato por razones de seguridad, se lo entregó a Brand para que lo devolviese. El ladrón, arrestado en 2021, fue condenado a ocho años de cárcel por este robo y también por el de la obra de Frans Hals titulada Dos chicos sonrientes con una jarra de cerveza (1626).
“La policía también detuvo en su día a los intermediarios del asalto y, hace dos semanas, una persona dispuesta a devolver el lienzo me llamó diciéndome que no quería líos porque él no tenía que ver con los ladrones o con el robo”, explica, en conversación telefónica el propio Arthur Brand. Este detective del arte, que debe su título honorífico a una carrera en la que ha recuperado obras de Dalí y Picasso, entre otros, tuvo que ganarse la confianza de su inesperado interlocutor. “Siempre informo a la policía y sabíamos que esta persona solo quería retornar la tela. No había otros lazos delictivos en su caso. Al final, vino a mi oficina y me la dio. Poco después, el director del Museo Groninger llamó a la puerta. Estaba esperando en la calle y confirmó que se trataba del original. Está en buen estado, con algunos rasguños. Luego lo celebramos y también con los agentes”, continua.
Las comunicaciones encriptadas de los ladrones, descifradas por la policía, revelaron que el cuadro de Van Gogh estaba en manos de una organización criminal que pretendía utilizarlo para reducir las condenas en caso de que sus miembros fuesen detenidos. El momento del robo fue captado por las cámaras de seguridad del museo; en ellas podía verse a un asaltante encapuchado bajarse de una moto. En pocos minutos rompió con un mazo la puerta de cristal para acceder a la sala de exposiciones, llevándose después la obra bajo el brazo. Brand recibió en 2020 fotos del cuadro como una prueba de que seguía entero. Lo presentaban junto con un ejemplar del diario The New York Times fechado el 30 de mayo de ese año y era ya una señal de que los ladrones trataban de encontrar un comprador. “O mejor, una salida, porque sabemos que ha ido pasando de un grupo delictivo a otro sin que supiesen qué hacer. Es una práctica habitual en circuitos mafiosos que usan el arte como aval por si les arrestan”, indica el detective.
,Andreas Blühm, director del Museo Groninger, ha reconocido que Brand “ha sido clave para tener de vuelta el cuadro”, que será restaurado. La obra mide 57x25 centímetros, y pertenece a la época que Van Gogh pasó con sus padres en Nuenen, en el sur de Países Bajos. El padre del artista era predicador protestante y su hijo se inspiró en los alrededores, los jardines cercanos y la parroquia.