Más de mil 600 personas ha muerto desde agosto, en el segundo brote de ébola más mortífero en la historia, que se desarrolla en una región descrita como una zona de guerra.
Durante esta semana se confirmó el primer caso de ébola en Goma, una ciudad en el noreste de República Democrática del Congo que hace frontera con Ruanda y que cuenta con un aeropuerto internacional.
Aunque el riesgo de una propagación regional sigue siendo elevado, el riesgo de que se propague fuera de la región es bajo, opinó el director de la OMS, Tedro Andhanom Ghebreyesus, tras el anuncio en Ginebra.
El brote actual se propaga en una conflictiva región fronteriza de Congo en donde decenas de grupos rebeldes están activos y donde nunca se había experimentado el ébola.