Se trata de Carlos Tena, el alcalde de Cuauhtémoc, Chihuahua, quien harto de tantas quejas sobre el mal trato de empleados municipales a ciudadanos, decidió constatar por sí mismo si esta versión era cierta.
El alcalde de Morena se disfrazó de indigente y efectivamente, comprobó cómo los empleados de dependencias del gobierno maltratan a los ciudadanos.
Carlos Tena, acudió a las oficinas vestido como indigente a solicitar una despensa.
El presidente municipal narró en entrevista para W Radio, que el jueves de la semana pasada asistió a la reunión de la mesa de seguridad y después cambió su vestuario para ir a la oficina de desarrollo social para pedir una despensa. Llegó en silla de ruedas apoyado por una mujer.
El alcalde constató que no sólo no le dieron la despensa, sino que al intentar abrir la puerta tampoco fue apoyado por el personal. Durante la petición se mostraron indiferente con él, y posteriormente de mala gana, le dijeron que en esa oficina no se entregaban.
Luego, solicitó hablar con el presidente municipal. Ya en su propia oficina y aún disfrazado, sus propias asistentes le dijeron que no se encontraba el alcalde, luego pidió hablar con el secretario del ayuntamiento, y lo hicieron esperar.
Tena además de su disfraz se echó aceite automotriz viejo y era evidente su mal olor, que causó molestia a las empleadas
"Luego, acto seguido veo que cuchichean y luego se hacen señas, y le dicen a la persona (que me acompañaba) oiga, ¿lo puede sacar ahí afuerita para que espere al secretario? y le dio una excusa. Yo iba un poquito impregnado de gasolina y me eché aceite en la ropa (...) no aguanté y me quité la gorra, los lentes, me les quedé viendo. Se quedaron como si hubieran visto un fantasma", dijo Tena.
El munícipe se molestó tanto, que le llamó la atención al personal y anunció que al menos dos personas serán despedidas.
¿Te gustaría que en Nuevo León y en general en el país, los alcaldes actuarán así en favor de la gente?