Por: Luz María Ortiz Quintos
A manos de una compañera de secundaria, por los golpes recibidos entre ellos uno en la cabeza; una joven de 14 años llamada Norma, quien residía en el Estado de México, lamentablemente perdió la vida.
La directora de la secundaria fue destituida, la joven agresora y su madre fueron detenidas por la autoridad. Pero esto no es suficiente para el dolor que viven los padres y demás familiares de Norma.
De acuerdo con la información publicada en diferentes medios de comunicación, narran que la agresora hacía bullying a Norma, y cuando Norma la enfrentó; le costó la vida.
Esto no debió de haber terminado así.
Es urgente que las autoridades educativas implementen protocolos de ayuda a los jóvenes, y detecten a los violentos, estamos aquí mismo en nuestro estado siendo testigos de situaciones de violencia en las escuelas.
Es imperante que se trabaje para erradicar este ambiente tenso y de violencia.
Los jóvenes gritan auxilio y nadie hace nada… las escuelas están sobre pobladas, los maestros saturados y faltan especialistas en psicología y salud socio emocional.
Ojalá este desafortunado hecho sea un parteaguas; para que los padres de familia, directivos y maestros, juntos busquemos soluciones contundentes y efectivas para evitar estas tristes situaciones entre nuestras jóvenes. Ya que, en esta edad, ellos necesitan guía, acompañamiento y dirección.
Es urgente que los jóvenes sientan apoyo, protección y confianza en las personas adultas que los rodean, para que sean capaces de denunciar cuando están sufriendo acoso o bullying.
Busquemos generar lo antes posible, ambientes de respeto y sana convivencia. Así como los canales de detección oportuna necesarios para prevenir este tipo de hechos.
Enviamos nuestras condolencias y solidaridad a la familia de Norma.