El hecho de que nuestro desGobernador tenga las firmas requeridas es lo de menos, la verdad es que ya no tiene el dinero y tampoco tiene el equipo.

Ha desaparecido…

Jaime Heliodoro es ahora lo que siempre fue: Una caricatura… una muy mala caricatura.

Nuevo León no tiene gobernador, no lo tiene desde octubre del 2015… antes de eso quizá tuvimos a un mal gobernador, pero ahora no tenemos…

Yo me pregunto si es tan sencillo para el poder central jugar con un estado como Nuevo León.

Inventarnos a un candidato… inventarnos una campaña… inventarnos una elección en la que el resultado ya estaba pactado antes de que se emitiera el primer voto…

Dejar que ese mamarracho de gobierno despedazara todo lo que se avanzó a duras penas en la anterior administración.

¿Y Fuerza Civil… y la Ecovía… y el Metro?… ¿Y las inversiones extranjeras?

Han sido más de dos años aciagos, una carga para Nuevo León, y me vuelvo a preguntar: ¿Se puede jugar con una entidad como Nuevo León?… ¿Tan jodidos nos ven desde allá?

¿Así de plano?… ¿Ya no les da pendiente que protestemos o que defendamos nuestra dignidad?

Mire usted en lo que nos convirtieron… porque nos dejamos.

Porque empresarios líderes se prestaron y luego fingieron… porque líderes políticos negociaron y obtuvieron su ganancia… porque un medio que jugaba a ser líder aceptó prestarse a ser vocero oficial de este remedo.

Y aquí nos tiene…

A Jaime Heliodoro extraviado, sin que nadie lo pele ni por equivocación…

A los empresarios desorientados, con el miedo de que el Peje llegue y les rompa la inercia benéfica.

A los nuevoleoneses encrespados, frustrados con su estado muy lejos de un liderazgo anhelado.

Dos años y medio después, esto es una porquería.