Es imposible porque no avanza, y su 28-30 por ciento de intención de voto no se mueve, ni para arriba, ni para abajo.

La intención es fuerte, es inamovible, no hay quien le quite, no hay quien le aumente.

Al que tienen que detener es al PRI… pero en su caída.

El Tricolor tiene un topo metido en las entrañas y de nada le sirve realizar actos proselitistas, ni enseñar músculo o poder de convocatoria, si a fin de cuentas una nueva revelación acaba siempre por derribar lo que estaban levantando.

Y lo derriban desde el interior.

¿De dónde salió la información para inculpar a La Coneja Alejandro Gutiérrez?… el empresario coahuilense ya ni se acordaba de cuando era funcionario del PRI nacional, por eso lo agarraron como al Tigre de Santa Julia.

¿El sistema permite esto?

¿Habrá quien crea que entre más mugre sale, más limpio se verá Pepe Meade?

Hasta hoy, Pepe no tiene un equipo que le busque el lado para retratarlo como un hombre fuerte… ¡pobre!, en los spots parece un señor de los que andan pidiendo pa un taco.

Y esto no es culpa del futuro candidato, cuando el sistema quiere, compone y repara.

Recuerdo a un Ernesto Zedillo asustado y tembloroso durante el primer debate en el que Diego Fernández de Cevallos le hizo el favor de acabar con Cuauhtémoc Cárdenas.

Pero luego, recuerdo al Ernesto Zedillo del segundo debate, que le ganó a todos con gran aplomo, conocimiento y seguridad.

Si el sistema quisiera, en estos momentos Pepe Meade sería ya el Michael Corleone, el muchacho bueno que trata con la mafia y la doblega.

Si me preguntan, diré que no veo al Sistema realmente interesado en impulsar a Meade…

Quizá se deba a que los nuevos operadores de tan novatos y soberbios pecan de ingenuos.

O será que de plano perdieron el interés.